En el verano de 1912, los exalumnos de la Escuela de Artes y Oficios, y mecánicos de la Maestranza del Ejército, Miguel Cabezas y Pedro Donoso, quienes se encontraban en Alemania en la comisión revisora de armamentos, ingresaron como alumnos a la Escuela Voisin. Al cabo de unos meses, estuvieron en condiciones de rendir sus exámenes, lo que hicieron en forma brillante, recibiendo sus brevet de pilotos aviadores.

En febrero de 1913, Cabezas regresó a Chile y Donoso continuó en Europa hasta el mes de abril, recibiendo los aeroplanos destinados a la aviación chilena. Estos mecánicos tuvieron el honor de ser los primeros en titularse de piloto y mecánico a la vez, correspondiéndoles como técnicos participar en el armado de los primeros aeroplanos con que contó la Escuela de Aeronáutica Militar.

Una vez creado este Instituto, Miguel Cabezas se convirtió en la mano derecha de su Director, el Capitán Manuel Ávalos Prado. Así, el 7 de marzo de 1913, Cabezas ya había armado la primera aeronave adquirida en Francia, un Bleriot de 35 HP bautizado como “Chile” y en el cual el Capitán Ávalos realizó el primer vuelo militar de prueba.

Las experiencias de pilotaje contribuyeron a hacer más eficientes sus servicios como técnicos en el armado, revisión y reparación de los aviones, constituyendo una garantía de buen funcionamiento del material aéreo.

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