Miguel Cabezas Soto nació en Santiago, el 23 de julio de 1888. Cursó estudios completos, egresando como mecánico de la prestigiosa Escuela de Artes y Oficios, instituto antecesor de la actual Universidad de Santiago.

A la edad de 20 años ingresó al Ejército, donde realizó su Servicio Militar en el Regimiento de Infantería Nº 1 de Buin. Su capacidad y profesionalismo hicieron que lo contrataran como mecánico especialista en la Maestranza del Ejército y, posteriormente, fuera enviado a Europa para integrarse a la comisión revisora de armamentos con sede en Berlín, Alemania.

En paralelo a esta comisión, se encontraba en Francia el entonces Teniente Coronel de Ejército Pedro Pablo Dartnell, encargado de realizar estudios sobre los progresos de la aeronáutica que estaba tomando fuerza en ese país. En diciembre de 1910, Dartnell envió un informe al General Arístides Pinto Concha, recomendando crear un servicio de aviación en Chile, comenzando con el envío de 2 Oficiales y 2 Suboficiales con conocimientos mecánicos a Francia, para especializarse en la aviación. La aeronáutica militar comenzaba a dar sus primeros pasos en nuestro país.

Los escogidos fueron los entonces Tenientes Manuel Ávalos Prado y Eduardo Molina Lavín, junto a los mecánicos Miguel Cabezas y Pedro Donoso. Una vez en Francia, Cabezas se integró a esta nueva comisión estudiando mecánica de aviación en la afamada escuela Voisin en la ciudad de Mourmelon-le-Grand, considerada entonces como la capital mundial de la aeronáutica. Tanto fue el entusiasmo demostrado por Cabezas y Donoso que ambos, además de titularse de mecánicos de aviación, también obtuvieron sus brevet de pilotos aviadores, siendo instruidos por los mismos hermanos Gabriel y Carlos Voisin.

Cuando concluyó su periodo de formación en la escuela Voisin, el mando comisionó a Miguel Cabezas a la Fábrica Renault que estaba en Billancourt y, posteriormente, a la casa Gnome de Argenteuil. Además, antes de volver a Chile recorrió los talleres de los aviones Newport, Farman y Duperdussin, así como los talleres de José Luis Sánchez Besa, el afamado fabricante de aviones chileno, que se había radicado en Francia.

El primer vuelo militar en Chile

A fines de 1912, Miguel Cabezas regresó a nuestro país junto al recién ascendido Capitán Manuel Ávalos Prado, en la antesala de la Escuela Aeronáutica Militar, la que fue creada por Decreto Supremo Nº 187 el 11 de febrero de 1913, en una época en que todo estaba por hacerse.

En ese contexto, el Mecánico 1º Miguel Cabezas se convirtió en la mano derecha del Capitán Ávalos, quien fue nombrado Director interino del naciente Instituto. Arduo trabajo le dio el armado de los primeros aeroplanos llegados de Francia, pero su compensación se vio materializada el 7 de marzo de ese mismo año, cuando en el Campo de Aviación de Lo Espejo, actual Base Aérea El Bosque, se realizó el primer vuelo militar en el país con un avión Blériot de 35 HP llamado “Chile”. Aquel día, Cabezas no sólo preparó el aeroplano sino también accionó su hélice para que el Capitán Ávalos pudiera realizar su vuelo de prueba.

Cinco días después, la silenciosa labor del mecánico continuó dando frutos, pues ya había 2 aviones más listos para ser probados. El 12 de marzo de 1913, acudió al campo aéreo el ministro de Guerra y Marina, Jorge Matte Gormaz, y el General Pinto Concha para pasar revista a la naciente Escuela. En aquella ocasión, el Capitán Ávalos realizó el primer vuelo oficial, esta vez en una aeronave Blériot de 50 HP llamada “Manuel Rodríguez”.

Tras el vuelo del Oficial, el piloto mecánico Miguel Cabezas fue autorizado para realizar un segundo vuelo frente a las autoridades, esta vez al mando de un Voisin de 70 HP llamado “Soldado José Robles”.

Su trayectoria en el Ejército

Miguel Cabezas continuó prestando servicios en el Ejército, en especial en la aviación militar, hasta 1926. Durante ese periodo se destacó por su participación en diversas hazañas relevantes como la preparación del Bristol que utilizó Dagoberto Godoy en el primer cruce de la Cordillera de los Andes, el 12 de diciembre de 1918; y por haber reparado, en Argentina, el avión de Armando Cortínez y así hacer posible la vuelta vía aérea del piloto, logrando el doble cruce de Los Antes, ida y vuelta, entre los días 5 y 16 de abril de 1919.

Una vez retirado, trabajó en la primera fábrica de aviones instalada en Chile, la Curtiss Aeroplane Export.

Miguel Cabezas falleció el 23 de noviembre de 1932, a los 44 años, a causa de una sinusitis mal tratada.

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