Fue el 20 de agosto de 1921 cuando el piloto Clodomiro Figueroa, graduado en Francia y amigo de exhibiciones y proezas aéreas, intentó llevar a cabo el primer correo aéreo internacional volando entre Santiago de Chile y la ciudad de Mendoza, en Argentina, con una carga de 60 cartas.

A mediados de ese mismo año, había recibido un avión monoplano Morane Saulnier con alas en parasol con motor Le Rhone de 110 HP, el que bautizó como “Valparaíso Chile” en honor a la ciudad puerto. Así, pudo partir desde el aeródromo de El Bosque hacia Mendoza, donde llegó en 45 minutos y arrojó el saco de correos, para regresar rumbo a Valparaíso tras hacer unas maniobras con la aeronave llamadas loopings.

Originalmente, el plan era hacer este viaje sin aterrizar, pero cerca de Luján de Cuyo, Figueroa notó que había problemas y aterrizó preventivamente en la estación de Padriel, a 22 kilómetros de Mendoza. Allí constató que uno de los cilindros del avión se había destruido tras recalentarse por la sobreexigencia del motor, problema que a la larga le obligaría a regresar a Chile en el tren trasandino a causa de la prolongación de las reparaciones y del exceso de costos en este sentido.

Cuando llegó a Santiago en el tren a la Estación Mapocho, el 30 de agosto de 1921, fue recibido otra vez como un héroe nacional. Hasta entonces, salvo por la francesa Adrienne Bolland, prácticamente todos los que habían sobrevolado la Cordillera de los Andes era pilotos militares de Chile, Argentina, Italia o Francia.

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