Reinaldo Martin Müller nació en Nueva Imperial el 7 de marzo de 1927 y desde pequeño demostró aptitudes especiales para la gimnasia y las carreras cortas. Sin embargo, atraído por los aviones, ingresó a la Escuela de Aviación en 1945, recibiendo el título de piloto militar 2 años más tarde, luego que cumpliera con los requisitos de vuelo primario en la aeronave Fairchild PT-19.

Sin descuidar sus estudios y el entrenamiento de vuelo, muy pronto comenzó a destacar como atleta de sobresalientes condiciones, lo que le valió ser designado para representar al Plantel en la Olimpiada entre Escuelas Matrices, realizada en Valparaíso en 1947. Sus triunfos en carreras de velocidad fueron en aumento y muy pronto tuvieron como escenario Santiago, Río de Janeiro y Lima, sedes de eventos internacionales, donde se dieron cita los más destacados atletas sudamericanos.

En 1948, integró la delegación atlética al Decimosexto Campeonato Sudamericano de Atletismo, que tuvo lugar en Lima y que contó con la participación de Argentina, Brasil, Ecuador, Uruguay y Venezuela.

Ante el segundo lugar obtenido en la competencia, el Subteniente Martin recomendó aprovechar a los jóvenes que se encontraban en las Escuelas Militar, Naval y de Aviación, a fin de seleccionar a los mejores elementos formados dentro del marco de disciplina y sobriedad de estos institutos.

Las inquietudes del joven atleta aviador lo llevaron a ser destinado como Oficial de la Escuela de Aviación “Capitán Ávalos”, Plantel que, a sugerencia suya, se afilió como facultad al Club de la Universidad de Chile, con el objetivo de poder competir por el trofeo “Ministro de Educación”, en 1949, obteniendo el primer lugar de la competencia.

La presencia del Subteniente Martin influyó para que el deporte adquiriera gran desarrollo entre los Oficiales y Personal del Cuadro Permanente. En su calidad de profesor de gimnasia y más tarde como profesor de Educación Física en la Escuela de Especialidades Mecánicas, obtuvo facilidades para habilitar pistas de carrera, fosos para saltos, canchas de fútbol y de tenis. Asimismo, fueron adquiridos nuevos elementos, lo que significó un gran incentivo para los aficionados al deporte.

A partir de ese momento, esta actividad, necesaria en la formación de los jóvenes aviadores, adquirió un nuevo ritmo y con justicia el nombre de Reinaldo Martin quedó incorporado a la lista de quienes más contribuyeron a desarrollar el deporte en la Fuerza Aérea de Chile.

Piloto de gran vocación, alcanzó a totalizar cerca de 5 mil horas de vuelo antes de su muerte, el 28 de enero de 1959, en un trágico accidente aéreo, cuando piloteaba una aeronave Douglas C-47 que despegó desde Cerrillos con destino a Punta Arenas.

Por todo lo anterior, el 11 de marzo de 1980, fue reinaugurado el estadio de la Base Aérea El Bosque con el nombre del Capitán Reinaldo Martin Müller y que forma parte de las dependencias de la Escuela de Aviación.

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