Acontecimiento los encuentra surcando los cielo de nuestro país, instruyendo a pilotos que egresan este año de la Escuela de Aviación.
Cuando se comienza a dar forma al proyecto “Pillán”, el cual daría paso a una nueva generación de aviones de instrucción primaria, nadie vaticinaba que, a 38 años de su entrega a la Institución, el 8 de agosto de 1985, hoy cumpliría 200.000 mil horas de vuelo en la Escuela de Aviación cumpliendo con el objetivo para el que fue ideado.
Corría el año 1979 cuando el entonces Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea de Chile, General del Aire Fernando Matthei Aubel, decide iniciar el programa para diseñar y construir en el país el próximo avión de entrenamiento básico para la Escuela de Aviación “Capitán Manuel Ávalos Prado”, basado en el diseño de los aviones Piper Dakota.
Fue así como, luego de solicitar un estudio a la empresa fabricadora del Piper, se da paso a un prototipo que, tras una serie de pruebas, comienza a ser fabricado en serie por la Empresa Nacional Aeronáutica, ENAER. Luego vendría la adquisición por parte de España, Panamá, Paraguay, Salvador, República Dominicana y Ecuador, quienes prontamente mostraron interés para sus fuerzas armadas.
A partir del su entrega, el T-35 “Pillán”, nombre elegido por los cadetes de esos años, continúa en operaciones formando a los oficiales pilotos de la Institución, e incluso, a generaciones de pilotos de otras instituciones en cursos conjuntos, ya que al ser un avión de fuselaje con estructura metálica, de asientos en tándem y carlinga transparente, además de, contar con sistemas que le permiten realizar vuelos acrobáticos e invertidos sin restricción, se convirtió en el “instructor ideal”.
Años han transcurrido, y pese a que continúa prestando servicio a la Fuerza Aérea de Chile en plenitud, el T-35 está a la espera de su segunda versión, el “Pillán II”, que está pronto a incorporarse a la Institución.